El FSM va a celebrar su vigésimo aniversario en el 2021. Un grupo facilitador está examinando en este momento la posibilidad de organizar un nuevo foro en la Ciudad de México. Claro está que todo depende de la situación relativa al coronavirus.
Sabemos tod@s que el mundo ha cambiado mucho desde el 2001 y el primer Foro en Porto Alegre. En aquella época los fundadores del Foro lograron redactar una Carta de Principios para fijar las reglas del juego y para evitar que el Foro sea un espacio de lucha en vez de ser un espacio de convivencia y de convergencia. Lejos de ayudarnos, las reglas del ‘espacio abierto’ han sido interpretadas últimamente de forma dogmática y el Foro no ha podido expresarse como un sujeto político global, excepto una vez y por excepción, en ningún otro momento crucial de la historia contemporánea.
Hubo en el pasado varias iniciativas para dejar este callejón sin salida y para manifestarse con una voz política desde y a nombre del Foro. Basta pensar en la gran manifestación del 15 de febrero 2003 en contra de la guerra en Iraq, iniciada en el seno del FSM. Varios de los participantes históricos del FSM y del ‘Manifiesto de Porto Alegre’ – un intento para romper el consenso paralizante – han firmado recientemente un llamado para intentar otra vez pasar del ‘espacio abierto’ a un ‘espacio de acción’, no para proponer programas políticos de alcance global sino para interactuar con el mundo exterior. Los firmantes de este primer mensaje eran Frei Betto, Atilio Borón, Bernard Cassen, Adolfo Perez Esquivel, Federico Mayor, Riccardo Petrella, Ignacio Ramonet, Emir Sader, Boaventura Santos, Roberto Savio, Aminata Traoré.
No se trata de imponer posiciones políticas a un colectivo que siempre ha sido y va a continuar siendo muy diverso. Pero en un momento en que el mundo está en riesgo de colapso ambiental, en una situación de crisis aguda provocada por un fascismo emergente, el capitalismo financiero, el racismo y al patriarcado, en una época en que los jóvenes, las mujeres y todos los oprimidos una vez más están tomando las calles para demandar justicia y políticas ecológicamente sustentables, el Foro no puede estar ausente. Es un deber moral y político dejar de limitarse a la auto-reflexión y de hablar y actuar con el mundo.
Por eso es que los firmantes de este llamado queremos que el FSM cambie para poder cambiar el mundo. Pensamos que es necesario de democratizar el Foro, sus estructuras y su gobernanza. El cambio, que la lógica y la historia nos imponen, tiene que ser fruto de una discusión abierta y participativa. Lo que es crucial es que se marche hacia una gobernabilidad que permita ir de un espacio abierto a un espacio de acción, para lo cual proponemos que entren en el Consejo Internacional las nuevas fuerzas que se están movilizando al mundo, que tratemos de construir una instancia más representativa que pueda examinar la Carta de Principios y adaptarla al siglo XXI, que demos un lugar a los foros temáticos y regionales, que organicemos quizás días internacionales de acción, que podamos discutir de la pauta para que el FSM sea un sujeto político global de verdad. La ruta no va a ser fácil y requiere de todos nosotros una apertura y una voluntad para crear una instancia capaz de hablar al mundo. Muchas otras propuestas se pueden imaginar para fortalecer la gobernanza y la democratización del FSM en camino hacia la construcción de sujetos políticos globales. Será muy bueno que surjan para ser democráticamente debatidas.
Invitamos a todos a participar en esta reflexión colectiva. Es una tarea urgente que puede contribuir a dar forma al ‘otro mundo’ que tanto deseamos y necesitamos.
Les invitamos pues a firmar este llamado.